¡La cultura andaluza ha muerto, viva la cultura andaluza! ¿A qué se debe en España en general y en Andalucía en particular la resistencia a incluir la cultura entre los bienes básicos, esenciales, para la vida cotidiana? En Alemania, Francia, Italia y Portugal no han dudado en hacerlo ante la devastación provocada por la pandemia global del COVID19. Dejamos para profesionales de historia, antropología y estudios culturales profundizar en las causas.
La cultura es un derecho y un recurso. Como derecho así viene reconocido en la Declaración Universal de los Derechos Humanos, la Declaración Universal de la Diversidad Cultural y la Declaración de Friburgo sobre Derechos Culturales. Como recurso, basta ver las cifras del último Anuario de Estadísticas Culturales en España. El sector cultural supuso un 3,2 % del PIB, mientras que la financiación pública en términos de PIB fue sólo del 0,06 % por parte del Estado, un 0,10 % por la Administración Autonómica y un 0,28 % por la Administración Local. El sector aportó casi 700.000 empleos (3,6% del empleo total) y 122.673 empresas (3,7% del total). “El 64,7% son empresas sin asalariados, el 28,7%, de pequeño tamaño, de 1 a 5 trabajadores, el 6% tienen de 6 a 49 asalariados y el 0,6% restante son empresas de mayor tamaño, de 50 asalariados en adelante”, recoge el Anuario. El 13,2% se concentra en Andalucía.
En estos momentos, la Asociación de Gestores Culturales de Andalucía (GECA), que representa a personas que ejercen esta profesión tanto en el ámbito público como en el privado, asiste a una muerte desasistida del sector por parte de los poderes públicos. Hasta ahora sólo podemos hablar de una medida de la Consejería de Cultura y Patrimonio Histórico de la Junta de Andalucía (pago de facturas y ayudas pendientes desde 2014), un plan de choque del Ayuntamiento de Sevilla y una batería de acciones para la reactivación del Ayuntamiento de Huelva. Estos gestos han sido aplaudidos en general por el sector. El resto es silencio. ¿Dónde están las Áreas de Cultura de las Diputaciones Provinciales? Calladas. ¿Dónde están los demás Ayuntamientos? Callados. ¿Por qué la Consejería no implementa de inmediato otras medidas, específicas, para rescatar al sector de la cultura? Es decir, de momento y con estos mimbres, sólo podemos exclamar, gritar, aullar: “¡La cultura andaluza ha muerto!”. Pero queremos completar la frase. El sector se ha unido y está volcado en que esta frase ha de ser completada. Sí o sí. Por lo tanto, desde GECA decimos a los poderes públicos que agucen la vista y el oído.
En el contexto andaluz, el 8 de abril, más de 30 entidades profesionales y empresariales de la cultura, hicimos público un documento, Compromiso y rescate del sector cultural andaluz, que reclamaba cinco medidas básicas. Fue maravillosamente acogido en redes y medios de comunicación (escritos, on line, televisión, radio…). La Consejería de Cultura y Patrimonio está estudiando el documento. Adelante Andalucía se alineó públicamente con las cinco medidas. El Partido Socialista Obrero Español ha presentado una Proposición No de Ley al Parlamento Andaluz asumiendo las cinco medidas. Nos alegramos de todo ello.
En el contexto español, un documento del sector de la cultura con cincuenta y dos medidas, ha propiciado que, por primera vez en la historia, el Ministerio de Hacienda y el de Cultura, conjuntamente, se dieran dos semanas para proponer acciones específicas para la cultura.
Hay en el aire unas sensaciones diferentes al abandono que la cultura sufrió en la anterior crisis económica por parte de los poderes públicos.
Pero pasan los días, las horas y los minutos, que parecen siglos ante un horizonte cada vez más evidente: si no hay actividad, la que sea, del modo que sea, las empresas desaparecerán. La falta de ingresos en esas empresas (inmensa mayoría autónomos y microempresas) dará origen a la muerte del sector. Porque las familias que se dedican a la cultura y las artes, y viven gracias a dichos ingresos, se quedarán en la más absoluta ruina. Y, entonces, su capital cultural de buenas prácticas, contenidos depurados por años de trabajo, conocimiento de los públicos diversos y transversales, habilidades técnicas, garantías de calidad y eficaz cumplimiento normativo, sencillamente se esfumará.
Andalucía, territorio dependiente humana y económicamente de un rico e incalculable patrimonio material e inmaterial, artes, cultura antropológica vitalista y diversa, aprendizajes artesanales de siglos, turismo cultural, de lo que viven centenares de miles de familias, no puede permitirse este suicidio. Esta muerte anunciada no es una opción. No debe ser una opción.
La situación de la cultura es específica por su endémica precariedad incluso en las mejores etapas, su estacionalidad, su temporalidad. Aun así, las empresas y creadores suministraron sus servicios y productos gratuitamente on line para hacer más llevadero el confinamiento de toda la sociedad. La cultura se comprometió y sigue comprometida con el rescate emocional, creativo y psicológico de todas las personas, de todas las familias. Y ya sabemos, otra de sus especifidades, que la cultura será de las últimas actividades económicas en recuperar la normalidad previa a la crisis sanitaria.
“La lucha por la cultura es la lucha esencial del ser humano” son palabras de Emilio Lledó. “No se pasa de lo posible a lo real, sino de lo imposible a lo verdadero” son palabras de María Zambrano. Pongámonos a ello para lo esencial y para lo verdadero. Durante años hemos interiorizado una retórica política que menciona la cultura como lo más in de los pueblos, las democracias, lo humano. Esa retórica, como el rey de Hans Christian Andersen, está desnuda.
Estamos inmersos en el dolor por tantas personas fallecidas por causa del COVID19 y entregados a la gratitud que merecen tantos profesionales que luchan diariamente contra la pandemia global. Les debemos una reconstrucción desde la ética, los derechos y los recursos que fortalecerán lo humano y lo comunitario, lo creativo y la felicidad en el marco de una modernidad crítica, libre y sostenible.
Personas que estáis al cargo de los poderes públicos en Andalucía, tomad medidas para que lo que hoy parece imposible se haga verdad de las promesas y los hechos. La Administración pública, Mancomunidades, Ayuntamientos, Diputaciones, Consejería, partidos políticos… han de proteger la cultura y para ello es necesario que no se suspendan las actividades (sino que se aplacen), se prepare con rigor un plan para programar cultura en todos los municipios andaluces en cuanto sea posible, y se cree una Mesa de Rescate Cultural que dé participación a propuestas concretas del sector. De este modo sí podremos completar la frase y gritar con la convicción del trabajo bien hecho: “¡Viva la cultura andaluza!”.
Rafael Morales Astola.
Presidente de la Asociación de Gestores Culturales de Andalucía-GECA
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Un comentario en «Tribuna Abierta del presidente de GECA: ¡LA CULTURA ANDALUZA HA MUERTO, VIVA LA CULTURA ANDALUZA!»
Constructiva crítica. Deseo el final que deseas.